9 jul 2011

El nuevo estado en África


Sudán del Sur
Nuevo Estado en África

Comisión de Publicación



Resumen: El mapa político mundial le da la bienvenida a un nuevo estado. Sudán del Sur es a partir del 9 de julio de 2011, el nuevo integrante de los estados nacionales, luego de una sucesión de penosos acontecimientos que significaron dos guerras civiles y el saldo de más de 2,5 millones de muertos. A ello se suma un territorio diezmado desde la independencia del que ahora será su vecino del norte, con una profunda crisis alimentaria, sanitaria y de infraestructura, que exige observar cómo será su historia a partir de hoy.

Palabras clave: Estado – nación, colonialismo, independencia.



El continente más azotado por todos los males posibles mueve sus límites incorporando un nuevo estado producto de varias décadas de reclamos y luchas internas y apetitos externos. Sudán del Sur es reconocido por la comunidad internacional  como uno de los 55 estados africanos, el que hasta ahora formaba parte de un nutrido grupo de territorios que reclama su autonomía e independencia.
Millones de víctimas fatales, incontables grupos de refugiados son testigos del fin del período de autonomía estampado en un acuerdo de mediados del año 2005, y cuando un referéndum aprobado por el 99% de la población concretó la secesión de este frágil territorio localizado a las puertas del cuerno africano.
Si bien desde lo político, Sudán del Sur tomará las riendas de su destino, el futuro reciente no se vislumbra como un camino fácil de transitar. Juba (Yuba), su capital y los diez condados que lo conforman a partir de hoy, muestran la cara más dolorosa de guerras civiles, enfrentamientos culturales, saqueos del binomio estados centrales – multinacionales, lo que demandará etapas de reconstrucción sin vicios de corrupción.
La ayuda internacional, que siempre llega tarde e insuficiente, fue la base de una economía ultra dependiente, con riquezas petroleras que se erigen como la nueva estructura de su organización económica; el 75% de las reservas de hidrocarburos serán controladas desde el sur, en las zonas de Yei, Juba, Yambio y, más al norte Malakal, donde se encuentran las explotaciones en ejecución,  pero que dependerán de próximos acuerdos con Jartum para el aprovechamiento de los oleoductos que transporten el fluido hasta los puertos en el Mar Rojo. Pequeños yacimientos de oro, cobre, hierro y zinc, completan los aportes que esta actividad extractiva puede incorporar a su producto bruto. La agricultura de subsistencia  predomina entre las 500 tribus con un centenar de variedades lingüísticas.
Sus flaquezas sociales son también prioridades en este nuevo país. En sus algo más de ocho millones de habitantes inquietan los indicadores demográficos; una esperanza de vida de entre 53 y 60 años, una mortalidad infantil que se ubica entre el 4 y 12% en niños menores de 5 años (según datos del Banco Mundial en 2007), son algunos de los desafíos al que el nuevo estado debe enfrentarse.
Todo ocurre como si a partir de ahora hubiera que tener en cuenta varias Áfricas…Una, a la deriva, sangrada por guerras civiles abiertas o larvadas, otra, buena alumna de los organismos internacionales, especialmente los financieros (Leymarie, 1999, p. 250) La estabilidad política e institucional es la asignatura que será el sustento para superar años de conflictos. Desde lo político, la elaboración del mapa colonial africano desembocó en el mapa actual, en un continente de compartimentos no queridos e incoherentes, que ha dejado en África más motivos de desunión que fuerzas de unión; en estados – mercados fuertemente dependientes de las economías de los países centrales más que en estados – naciones, que hace dudar de si se ha descolonizado realmente África (Cabot, 1978).
La relación con sus vecinos no es un signo alentador. Uganda y la República Democrática del Congo en el sur, Etiopía al este y Chad al oeste, no ofrecen alternativas sencillas de abordar, tanto en las relaciones entre estados, como las problemáticas internas de todos ellos, tal vez, el único signo de similitud.
Si bien en las etapas del desmantelamiento del imperio británico de mediados del siglo XX agruparon varias colonias que dieran lugar a estados independientes más grandes y posiblemente más viables (Taylor, 1994), esta realidad de estados más pequeños pueda hacer posible una alternativa menos injusta. Por el momento es expectativa y esperanza de el estado 193 integrado a las Naciones Unidas.

C.E.B.


 
fuente: El País.com

FUENTES DE CONSULTA

  • Banco Mundial. África. Development Indicators. 2007.
  • Cabot, J: “Las fronteras coloniales de África”, en: López Trigal, L. y del Pozo, P: Geografía Política. Madrid. Cátedra. 1999.
  • Gobierno Autónomo de Sudán del Sur. Disponible en: http://www. gossmission. org/ goss/ index.
  • Leymarie, P: “La deriva del continente africano”, en: Geopolítica del caos. Madrid. Temas de Debate. 1999.
  • Taylor, P: Geografía Política. Economía mundo, estado – nación y localidad. Madrid. Trama. 1994.


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